jueves, 1 de septiembre de 2011

Déjame seguir queriéndote cada día.

Él me gusta a pesar de sus momentos de locura, esos que le dan de repente; a pesar de que me pique y me haga rabiar y me termine enfadando con él, aunque no pueda estar más de cinco minutos enfadado con él. Incluso, cuando me pone celosa, hay algo que me gusta de él en ese momento.

Me gusta aunque de repente deje de hablar y prefiera mirar para otro lado cuando se enfada, aunque le quiera dar un beso y por su enfado me gire la cabeza.

Me gusta aunque me despeine cuando llevo el pelo al aire.

Me gusta cuando se pica por el fútbol o cuando disfruta de las victorias de su equipo y te lo restriega por la cara.

Me gusta a pesar de que no venga conmigo al cine, y que cuando lo haga me haga ir a ver pelis de miedo, pero ya sé por qué lo hace, para que me agarre bien a él y no me suelte.

Me encanta cuando estamos solos, y nos ponemos a recordar cómo nos conocimos, me sorprende que recuerde momentos que pensé que no haría. Incluso cuando me dice que me odia, algo de él me atrae.

Me encanta la sensación que siento cuando me da la mano y me la aprieta fuerte. Tranquilo, nunca me soltaré de tu mano.

Me gusta, porque sólo él sabe cómo hacerte feliz, sólo él sabe en qué momento debe darme un abrazo, consolarme o cualquier cosa que necesite. Sólo él conoce mis debilidades y mis puntos fuertes.

Me encanta estar sentada frente a él, que me agarre la cara y me dé un beso.

Me encanta ser esa persona que día a día ha compartido contigo esos momentos; algunos especiales, otros únicos, algunos llenos de risas, otros inundados en lágrimas… pero al fin y al cabo, momentos maravillosos que hemos vivido tú y yo durante estos casi veintidós meses. Uno junto al otro.

Pero ¿sabes qué es lo que más me gusta?

Me gusta quererte un poco más cada día que paso a tu lado. El saber, que te quiero como nunca lo hice hasta el momento en que te conocí a ti.

Sentir lo que siento al verte, al rozarte, al susurrarte al oído, al besarte… todas esas sensaciones son las que me gustan, y más si tú eres la persona que me hace sentirlas.

Déjame seguir sintiéndolas a tu lado. Déjame quererte cada día un poco más.