jueves, 18 de febrero de 2016

Traiciones.

¿Qué haces cuándo ya te han fallado una vez y vuelven a hacerlo? ¿Qué haces en ese momento en el que te vuelves a sentir traicionado por alguien que te dijo que no volvería a hacerlo? ¿Qué haces entonces?
Vuelves a sentirte utilizado una vez más. Y lo peor no es eso. Lo peor de todo es que avisas (porque el que avisa no es traidor), y sin embargo, te das cuenta que da igual lo que digas porque sólo se preocupan de sí mismos.
El problema ¿sabes cuál es? Fácil. Das más de lo que recibes. Y más cuando se trata de amistad. Porque crees que la amistad está por encima de todo. Lástima que no todos piensen igual. Lo peor es que te toman por tonta una y otra y otra y otra. Hasta que dices basta. Hasta aquí llego tu juego.
Luego nos lamentamos de quedarnos solos… ¿nos extraña? A mí no.
Da pena perder el tiempo con personas así. Pero bueno, son lecciones de vida que tenemos que superar y de las cuales aprender.