sábado, 18 de julio de 2015

Hoy me encuentro con fuerzas de contarlo. Confesarlo todo. Hace tiempo que todo acabó. Y sí, definitivamente. Después de tantas idas y venidas, tomé la decisión. Era necesario. Los dos sabíamos que esto ocurriría, pero quizás yo no me atrevía a admitirlo.
Después de tantas mentiras, tantos escondites, tantas discursiones, echarnos tantas cosas en cara… Llegó el momento de separar nuestros caminos.
Y si soy sincera, pensé que sería más difícil, que te echaría de menos, que me dolería volverte a ver… Pero supongo que me acostumbré tanto a estar sin ti, que todo ha sido más fácil. Aunque supongo que también facilita todo el conocer personas.
Siempre he escuchado que las segundas oportunidades no son buenas… y en parte tiene razón. Pero yo añadiría una segunda parte a esa frase: depende de la persona y de la forma de quererse. Pero también es verdad, que la gente no cambia por mucho que te lo juren y perjuren.
Así que, que te vaya bien. Que a mí ya me va.