viernes, 30 de diciembre de 2016

Carta al 2016


Querido 2016:

Quedan pocas horas para despedirte, pero no te irás sin antes darte las gracias por el gran año que has sido. Lleno de alegrías y sonrisas, de locuras y aventuras, de viajes y sueños cumplidos, de FELICIDAD.

Sí, has sido un año maravilloso, de los pocos que hay. Y no sólo por lo que me has aportado, que ha sido mucho, sino también por lo que me has enseñado.
Gracias por permitirme un año más disfrutar de los míos. Tú has hecho que la familia vaya aumentando en cuanto a miembros. Y eso siempre es una buena noticia.

También me has regalado nuevas amistades, que eso siempre es de agradecer. Y has hecho que me diera cuenta de quién realmente está a mi lado cuando lo necesito. Vamos, que gracias por las lecciones que me has dado.

Y sobre todo, gracias por poner en mi camino a una gran persona como es mi pareja. No hay palabras para definirla. Sin duda alguna, es uno de los mejores regalos que me has podido dejar.

Y antes de que te marches, quería pedirte un favor. Llévate todos los malos royos, los malos momentos que has tenido hacia mí. Y, por favor, déjame que me quede con los mejores, que aunque son muchos, todos quedarán en mi memoria.

Ahora sí, me despido de ti. Espero que allá dónde vayas seas igual de feliz como lo he sido yo durante los 12 meses de tu existencia.

Sólo deseo que tu hermano, el 2017, sea por lo menos igual de fantástico que tú.

¡¡¡ FELIZ 2017 !!!

jueves, 18 de febrero de 2016

Traiciones.

¿Qué haces cuándo ya te han fallado una vez y vuelven a hacerlo? ¿Qué haces en ese momento en el que te vuelves a sentir traicionado por alguien que te dijo que no volvería a hacerlo? ¿Qué haces entonces?
Vuelves a sentirte utilizado una vez más. Y lo peor no es eso. Lo peor de todo es que avisas (porque el que avisa no es traidor), y sin embargo, te das cuenta que da igual lo que digas porque sólo se preocupan de sí mismos.
El problema ¿sabes cuál es? Fácil. Das más de lo que recibes. Y más cuando se trata de amistad. Porque crees que la amistad está por encima de todo. Lástima que no todos piensen igual. Lo peor es que te toman por tonta una y otra y otra y otra. Hasta que dices basta. Hasta aquí llego tu juego.
Luego nos lamentamos de quedarnos solos… ¿nos extraña? A mí no.
Da pena perder el tiempo con personas así. Pero bueno, son lecciones de vida que tenemos que superar y de las cuales aprender.