domingo, 12 de abril de 2015

Llevo mucho tiempo callando, aguantando para ver si eras capaz de decirme la verdad. O simplemente de darte cuenta de las cosas. Sin embargo, tú callabas. Buscabas cualquier excusas.
Supongo que la tonta fui yo, por creer que las cosas podían cambiar.
Tú hacías cosas que sabías que me podían molestar. Jugabas. Yo, son embargo, observaba en silencio. Hasta que decidí que sintieras parte de lo que he sentido yo durante este tiempo. Y no sé si lo he conseguido o no. Solo sé que aun sabiendo todo lo que sabía soy yo la que está mal. La que se arrastra como una lombriz, y ¿para qué? Ojala algún día encuentre la respuesta. Hasta entonces... Oír, ver y callar.

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