viernes, 10 de abril de 2015

En la vida he aprendido muchas cosas. Desgraciadamente, todas a base de palos. Dicen que detrás de una buena hostia, siempre viene una lección de la vida...
A pesar de todos los palos que me he llevado, siempre he seguido luchando por lo que o por quien realmente quería y sabía que merecía la pena. Hay veces que ni yo misma sé de dónde he sacado y saco las fuerzas... El problema está en qué ocurre cuando las fuerzas te fallan. ¿Qué pasa cuando ya no tienes ganas de seguir luchando? ¿Habrá alguien que lo haga por ti? Lo dudo.
También aprendí que cuando quieres algo debes arriesgarte. "El que no arriesga, no gana" dicen, y por qué no voy a ser yo quien gane esta vez.
Me arriesgaré. Ganaré o perderé. Pero de lo que no habrá duda es de que habré sido valiente, habré cogido el toro por los cuernos y habré luchado por lo que quiero. Por ti. Por mí. Por nosotros. No lo sé. Sólo sé que lucharé en una batalla, quizás perdida antes de empezarla. Lucharé, y aunque haya heridos, como en toda batalla, sé que conseguiré ganarla. Y también sé que sanaré tus heridas, sólo si tú me dejas.
Las heridas cicatrizarán y sólo quedaremos tú y yo luchando por una única cosa: el amor. Nuestro amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario