Siempre
me he considerado una persona paciente, con aguante. Pero como todo en esta
vida tiene un límite. Siempre he sido una persona impulsiva, de decir todo lo
que pienso, pero últimamente no sé por qué razón he preferido callar todo. Ahora
prefiero callarme todo… supongo que será por no tener “problemas” con quien está
enfrente. Siempre he sido de dar, si esperar recibir nada a cambio. Pero, a
veces, creo que está bien recibir un poco de lo que das… Aun así, seguía y seguía
dando. Preocupándome mas por los demás que por mi misma. Pero como ya he dicho,
todo tiene un límite. Y más cuando las respuestas que recibes son malas caras,
o malas palabras.
Entonces
empiezas a replantearte el por qué de tus acciones. Y no llegas a ninguna conclusión,
simplemente eres así.
A
veces, simplemente quieres que llegue alguien y te pregunte qué tal, y pueda
contestarle sinceramente, sin fingir estar bien… simplemente desahogarme. Pero no
puedo. Así que continuaré como hasta ahora, pero con una diferencia… Dejaré de
preocuparme tanto por los demás, y empezaré a hacerlo más por mí, que creo que
ya va siendo hora de hacerlo… total nadie lo hará por mí… Y en esta vida, creo
que hay que empezar a ser un poco más egoístas, que visto lo visto, siendo
buena, te pisan lo que quieres y mucho más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario