domingo, 16 de agosto de 2015

"… Hasta que se volvió fría. Desconfiada. Distante. Todo por un motivo: se cansó de abrir su pequeño corazoncito al resto del mundo y que todos lo hagan pedacitos. Está cansada de pegar los cachitos. Una vez tras otra.
Cansada de pasar del todo a la nada en un momento.
Cansada de que alguien te tome como su muñeco. Ese con el que poder jugar sin parar.
Cansada de mentiras.
Poco a poco, ella cambió. En realidad, la cambiaron. Empezó a crear un muro, una coraza para que nadie más la hiciera daño. Sin embargo, su confianza hacia que desapareciera la coraza. Y después, otra vez las heridas, los pedacitos tirados por el suelo. Otra vez a pegarlos y a construir ese muro. Pero esta vez fue diferente. Esta vez se prometió una cosa: solo la persona que le demuestre que vale la pena, atravesara ese muro, rompera con esa coraza y unida pedacito a pedacito ese pequeño corazón."

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