domingo, 4 de febrero de 2018

4 de febrero.

Hoy más que nunca mi memoria se inunda de flashes, de millones de momentos que se convierten en "simples" recuerdos.

Todos los días se me sentía la persona más afortunada de la Tierra sólo por el hecho de tenerte a mi lado. Y ahora...Ahora me siento la mujer más apenada por haberte perdido...

Hoy, dos años atrás, conocí a la mejor persona que he podido conocer. Te conocí a ti. ¿Quién me iba a decir a mí que serías tú quien pusiera patas arriba mi vida y te convertirías en uno de los mejores regalos que me ha ofrecido la vida? La que me ha regalado miles de momentos maravillosos, me ha ayudado a levantarme cuando me caía, me ha ayudado a cumplir sueños...
Simplemente la persona con la que me hubiera gustado continuar mi camino.

Pero, casualidades del destino, dos años después de conocerte, tengo que dejarte ir... Y duele, no sabes cuánto, ni cómo.

Cada día me levanto y pido que sea solo un mal sueño, que estés a mi lado para decirme que ya acabó la pesadilla y que todo va a salir bien. Y darte los besos y abrazos que tengo guardados para ti. Pero no. La realidad es esta, tú ya no estás.

Duele. No sabes cuánto. Intentar sacarte de mi cabeza cada día es más complicado. Y no te quiero ni contar en el día de hoy.

A veces, me gustaría meterme en tu cabeza y saber qué piensas...Supongo que así sería todo "más fácil".


La lluvia sigue mojando mis mejillas, y supongo que tardará en descampar. Habrá que dejar que el tiempo pase...y pase... y pase... Aunque siga soñando con imposibles...

No hay comentarios:

Publicar un comentario